martes, 15 de octubre de 2013

Roble Melojo, Rebollo (Quercus pyrenaica)

Roble en Matabuena, Matabuena, Segovia

"Eres más fuerte que un roble" Con esta frase se dice todo. Que te comparen con este ser es un orgullo. Cada vez que me surge la comparación conociendo las características de este ser de la fotografía me llena de vida y placer. Los robles de Matabuena (hay varios),  tienen ya muchos cientos de años, y aún así son fuertes y grandiosos. El roble representa los cuatro valores más importantes de la vida. Su primera y principal posesión es la Fuerza. Una fuerza sobrenatural que se sobrepone a todo lo malo y perverso de la vida. Y se distingue por su porte inmenso, fuerte y brutal. Representa el Valor, ya que sin miedos, regenera grandes superficies peladas por los incendios, necesitando mucha luz de joven (son muy heliófilos), y adaptándose de mayores a más sombra para dejar que otras especies los acompañen.
Representa la Sabiduría, ya que es el buque insignia de la Marcescencia, propiedad de estos árboles que les hace fortalecer los peciolos de sus hojas, aun secos, no permitiendo la caída de las mismas, con el beneficio de la protección de sus futuras yemas primaverales y el aseguramiento de la mejora de su suelo con sus propias hojas cuando ya caen en primavera al salir las nuevas, debido a que ya se han perdido las del invierno, asegurándose alimento en su base durante más tiempo.
Y representa la Nobleza, ya que muchos pueblos los han elegido como estandarte de sus conclaves y reuniones, para preservar la unidad de los pueblos y sus culturas.

Tengo dos robles en mi jardín. Uno es privado, norteamericano a más señas, rojo otoñal donde los haya. Roble rojo americano (Quercur rubra). Lo planté por la espectacularidad de sus colores otoñales y su rápido crecimiento. Los he visto grandes en reforestaciones en Burgos y casi no puedo imaginarme como estará el mío dentro de 20 o 25 años, inundando de color otoñal, prácticamente todo el jardín propio e incluso el comunal. Mido su perímetro de crecimiento todos los años, y verifico que crece con salud y vigor. Espero sea un referente en la zona en el futuro. Otro planté en el jardín común. Un roble español, así le llaman. Crece más lento, pero aún así la marcescencia es y será espectacular, salvo por que algún jardinero con escasos conocimientos lo haya querido talar. "Se ha secado, comentaron en una ocasión" Gracias a Dios, pude informarle de esta espectacular propiedad. Espero que se haya imbuido de esa información y ya no corte ninguno más allá donde su labor cotidinia le lleve.

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