miércoles, 2 de abril de 2014

Teca (Tectona grandis, Tectona theka) Chiang Mai, Thailandia

Teca (Tectona grandis, Tectona theka) Chiang Mai, Thailandia

Este árbol, posee la madera más viajera y aventurera de todas aquellas que la naturaleza produce. Su duramen o madera es prácticamente imputrefascible e incorruptible. No le afecta el agua, e incluso le beneficia si no está sumergida en continuo. No le afecta el contacto con los metales, propiedad prioritaria en la construcción industrial. Estos factores fueron los que llevaron a los antiguos indígenas a construir grandes canoas con los mejores ejemplares, ahuecando su interior. 
Para corroborar que no hay mejores materiales que los naturales, aún hoy se usa esta apreciada madera para construir las cubiertas de los barcos y yates, ya que no sufren deterioro con el paso de los años (incluso en agua salada)
Originaria de Myanmar (la antigua Birmania), colonizó todo el Sudeste asiático en Thailandia, Vietnam, Camboya y Laos. Posteriormente gracias a sus propiedades hoy se la puede ver tanto en bosques como en plantaciones en las áreas tropicales de África y en América Central y Sudamérica.
Pero no solo nos encontramos árboles preciosos en nuestro viaje al sudeste asiático. Nos encontramos un profundo apego a sus creencias religiosas, creencias que muchas veces los occidentales no entendemos. He oído en muchas ocasiones criticar el llamado pasotismo o bajo activismo de la filosofía budista. En una sociedad capitalista moderna, entendemos una pérdida de tiempo dedicar la vida a la reflexión y a la interpretación de normas o creencias. A pesar de eso, nosotros también tenemos (casi desaparecidas ya) grupos similares. Pero si hacemos como ellos y nos paramos a reflexionar sobre la llegada a nuestra versión moderna de la vida, veremos lo fundamentales que han sido estos grupos para paralizar guerras, agresiones, y totalitarismos, que con la palabra han ido socavando al igual que hacen los ríos con los valles, nuestro equilibrio societario, dotándole de una parte humana y solidaria.
Con la reflexión conseguimos ser más humanos, más justos y más solidarios, dándole a nuestro entorno lo mejor que puede llegar a tener el ser humano.
Sin la filosofía, la sociedad seguiría siendo feudal e injusta y estas gentes y otras muchas a lo ancho del planeta, consiguen, incluso hoy en día, equilibrar leyes, hormonas desmedidas y convivencias bajo la terrible apariencia de las palabras.
Esperemos que el ser humano, siga utilizándolas siempre y se de cuenta que sigue siendo el arma más poderosa que existe, dejando a un lado para siempre los conflictos bélicos, conflictos que bajo la apariencia de la búsqueda de lo justo y el equilibrio de la legalidad, esconden poderes e intereses sospechosos.

lunes, 17 de marzo de 2014

Árbol de Josué. Death Valley. Mojave, California

Árbol de Josué. Death Valley. Mojave, California

Una vez leí que la vida se desarrolla a pesar de que aparentemente sea imposible que así sea. Cuando a una especie se le modifica su estatus natural, reacciona adaptándose a las nuevas condiciones y crea un nuevo ser más fuerte y mejor. Cuando conoces el Valle de la Muerte con temperaturas por encima de los 50ºC buena parte del año, crees que nada puede haber vivo allí. Sin embargo, no es así, ya que la vida sigue adelante siempre y en todo lugar, y así plantas como esta maravilla o animales asocian su naturaleza a este ecosistema y como no, producen vida.

Los sitios por los que pasamos son los que nos marcan, tanto para nuestras experiencias positivas como para las negativas. Todas las personas asociamos nuestra vida y lo que nos ocurre en ella, con los sitios donde estamos en esos momentos. Nuestra casa, la de nuestros padres, nuestros viajes o las casas de nuestros amigos, así como los lugares donde hemos trabajado.

Pero es seguro que todos tenemos entornos especiales. Aquellos lugares donde bien por casualidad o bien por estar en ellos, hemos desarrollado experiencias agradables, o por qué no, sentimientos especiales. Muchas veces se desarrollan sin que aparentemente influyan estos sitios, aunque la mayor parte de las veces, esos sentimientos, no serían ni existirían sin contar con esas ubicaciones.

Por eso me empeño en valorar el cuidado, amor y respeto por nuestros entornos. Nadie que haya conocido, tiene recuerdos especiales de sitios degradados, o sucios y malolientes. Sin embargo todo el mundo, esboza sonrisas cuando está cerca de un lago de montaña, en el amanecer en el horizonte o una bella puesta de sol frente al mar en las magníficas playas de Cádiz. Suele ocurrir además, que procuramos pasar nuestros ocios en sitios agradables, bonitos y la mayor parte de las veces naturales. No sé si el entorno mejora las sensaciones, o las sensaciones y experiencias mejoran el entorno. Quizás sean ambas cosas a la vez, uniéndose una vez más, en las referencias que he expresado muchas veces de que pertenecemos a un todo como parte de él, no pudiéndonos aislar. Efectivamente, sin lugar a dudas, es una simbiosis perfecta, mejorando ambas, experiencias y entorno, a la vez.

Y mejoramos el entorno, por que pertenecemos a él, como parte importante del mismo. Pero no como dueños sino como habitantes de un planeta maravilloso inmenso para nosotros, pero una auténtica gota de agua en el mar del universo.

No he tenido entornos naturales en mi infancia, salvo parques en la ciudad, por lo que creo que cada persona tiene internamente genes que te derivan naturalmente hacia un sitio u otro, ya que siempre me han influenciado de manera tremenda, las montañas, el campo o los animales, a pesar de no haber tenido dichas influencias en el desarrollo de mi personalidad.

Por eso he rendido un homenaje personal a esos sitios, que para mí han influido de modo importante en mi vida y espero sigan influyendo en mí y en los míos para siempre. De igual manera me gustaría que mi equilibrio futuro siempre estuviera adoquinado a esos entornos




jueves, 27 de febrero de 2014

Olma de Layos, Layos, Toledo

Olma de Layos (Ulmus minor), Layos, Toledo



El Duero nace en Soria, en los Picos de Urbión y riega con sus aguas gran parte de la antigua Castilla, dando tremenda vida a todo su recorrido y he visto lo que ofrece en varios de sus tramos. Antonio Machado, sevillano de cuna, se enamoró de este río y de su cauce y así lo manifestó en los más bonitos poemas del siglo pasado. Amó a estas tierras castellanas como si hubiera nacido aquí, y aquí escribió  y encumbró a los Olmos castellanos como si fueran el ápice de la vida. Nadie como él pudo sentir el alma de estos árboles y de estas tierras, que ciertamente una vez conocidas, te enamoras de sus vidas y de sus gentes. 

El Olmo de Layos también es castellano, aunque no está en el Duero. Pero su figura es, como si lo estuviera. Cuidado, precioso y limpio, se sitúa frente a la Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena. Y tan bello es, que para mí puede ser el baluarte de lo que debe ser el futuro medioambiental en el planeta. Este ser, en cada día de existencia realiza la fotosíntesís, para absorber el dióxido de carbono ambiental y mediante la producción de azucares, convertirlo en energía y carbono sólido, al que llamamos madera.

Algunos políticos se están pegando literalmente y lo están trasladando a nuestra sociedad, en el intento (aunque sea más económico que medioambiental), de producir energías más limpias, que no sean originadas por la combustión de combustibles fósiles, aunque parece que con la crisis se imponen otros criterios. Realmente, la lucha por evitar los combustibles fósiles no es equivocada, ya que esta sustitución en el origen de la energia es muy importante. Pero olvidan lo principal, que el progreso, aunque muy importante,  no es suficiente. Nuestra generación anterior utilizaba coches que consumian 10 o 12 litros cada 100 Km o no reciclaban ningún tipo de residuo.

Ahora tenemos coches con un consumo de 4 o 5 litros y reciclamos más de la mitad de lo que generamos. Pero falta la clave. Ahora circulamos casi seis veces más al año con nuestros coches y generamos más de diez veces residuos. ¿De qué le vale a nuestro planeta, si al final, emitimos más carbono a su atmosfera? Además la previsión es de crecer a mayor velocidad aún. La clave no está en esto, sin duda. La verdadera clave no está en la reducción de emisiones, que es importante, sino en la absorción de las mismas. Y solo existen dos fábricas de absorción, las plantas, donde los árboles son los verdaderos protagonistas, y el mar, cada vez más esquilmado, acidificado y dañado.

Plantemos pues, millones de árboles donde no los hay, para regenerar las antiguas selvas y bosques mundiales y habremos dado con la clave de nuestra supervivencia y la de generaciones venideras.

Además si esta clave está en individuos como el Olmo de Layos, generaremos belleza allá donde vayamos. 

 

martes, 18 de febrero de 2014

Ébano (Diospyros ebenum) Ayuthaya, Bangkok, Thailandia

Ébano (Diospyros ebenum)
     Ayuthaya, (Bangkok, Thailandia)

Me encontré este árbol en el centro histórico de la ciudad sagrada de Ayuthaya, al norte de Bangkok. Desde el primer momento me di cuenta de la espectacularidad del ejemplar, no tratándose de higueras sagradas, ni ninguna otra familia de los ficus, que en estas tierras consiguen enormes troncos y/o ejemplares tremendamente altos. La corteza no daba pie a diferenciarlo debido a su edad, por lo que las únicas variables eran, las hojas, flores y rascando su corteza.

Esto último, en un país donde tienen a sus árboles de sus áreas religiosas como sagrados (como se puede observar le rodea un lazo verde que debe significar su valor religioso), no es muy recomendable, (bueno, ni aquí ni en ningún sitio), por lo que no me atreví a hacerlo.

Montones de monjes budistas aparecían en escena, pero la mayor parte de ellos eran muy jóvenes, y pensé que no tendrían criterio para saberlo. Olvidado pues, el asunto, me olvidé del tema y me encaminé a observar el interior de la iglesia que se ve en la fotografía. Un monje mayor, estaba sentado en el altar, y sin dudarlo se acercó a mí y me dijo, en un inglés difícilmente comprensible, que había estado observándome, no siendo común que un turista mirase tanto el árbol sagrado. Me trató de explicar el significado del mismo, valorando todos los elementos vivos como sagrados por su vida y lo que ellos nos ofrecen. Cuando acabó le pregunté si sabía de qué especie se trataba, contestándome que era ébano, quizás el mayor ejemplar en todo Thailandia.

Más tarde, ya en Madrid, he intentado corroborar que de esta especie se trataba, y tengo serias dudas. No cabe duda que Ébano podría ser, pues las hojas son idénticas en ejemplares adultos (en los jóvenes son algo más pequeñas y el espacio internodal es menor), las flores amarillas y muy similares a las de la foto. Quizás lo que no me cuadra es la altura del ejemplar, ya que el ébano en África de donde es original no supera los 12 m altura, cuando este tenía más de 25.

Sabemos que existen ejemplares que, muy cuidados, como debe ser éste, pueden ser más grandes de lo habitual, pero también sabemos que normalmente las especies fuera de su hábitat original nunca superan a las autóctonas (por algo lo son, ya que se encuentran en su lugar ideal de crecimiento).
Existe otra especie de ébano, mayor que éste, zapote negro (Diospyros digyna), con la madera negra, y de casi la misma calidad, y podría tratarse de este especie originaria de América.

Sin embargo, yo creo que me da lo mismo si es esta especie, otra o alguna parecida. El árbol, majestuoso, limpio, enorme, sano y sagrado dignificaba a quienes lo plantaron en algún otro siglo como ofrenda a lo mejor que tiene el budismo; el respeto por la naturaleza.

martes, 11 de febrero de 2014

Olivo Centenario. Peraleda de la Mata, Cáceres

Olivo (Olea Europaea) Peraleda de la Mata (Cáceres)

Siempre he pensado en la protección generada por personas que nos han querido, o por seres que nos provocan sensaciones positivas. Incluso nos protegemos a nosotros mismos cuando nuestro espíritu se contagia de positivismo. Dicen que las enfermedades graves, aunque no se curan, se alivian o mejoran por estar en contacto con animales, alegrías y optimismos reales.

Yo creo que el Olivo es el árbol de la protección. Y siempre he procurado tener un olivo en mi jardín. Tengo la sensación que le invade lo mejor del cristianismo y de la doctrina que Él nos enseño. Es un ejemplo de hermosura, amor hacia los demás, compañerismo, y solidaridad. Por eso lo eligió en su última noche.
Una de las sensaciones que más me han hecho disfrutar en mi vida, fue la de salvar un gran olivo condenado por una carretera (como tantos árboles sucumbidos).

 Sin pensarlo, convencí a la dirección de obra que si me daban un día, lo sacaría de raíces y lo plantaría en mi jardín. De esto hace ya 12 años y aunque ya no lo disfruto, pues vendí la vivienda, sigue pleno de salud y vida. Aún más, pues año tras año, los mirlos han fabricado su nido y sacado adelante a sus pollos. Cuando vendí la casa, la gente me decía por qué no trasladaba el olivo a la nueva, que había sido yo el que me lo había ganado. La respuesta es sencilla. No nos pertenece a nadie sino a sí mismo. Se trasladó para salvarle la vida y no para poseerlo. Ahora no existe justificación alguna, pues tendrá una larga vida, si nadie decide modificársela. Posiblemente dentro de dos siglos alguien comentará que este gran olivo nació donde se ubica, sin imaginarse su historia. ¿Pero eso importa de verdad?
Ahora tengo otro mucho más pequeño, pero que poco a poco va creciendo lleno de esplendor y verdor. Pero pienso que protege tanto como el otro. Y debe proteger, ya que estoy rodeado de suerte y amor.

lunes, 10 de febrero de 2014

Castaño europeo (Castanea sativa) Castaños de Susañe del Sil. El Bierzo. León

Castaño europeo (Castanea sativa)
Castaños de Susañe del Sil. El Bierzo. León

 Las mejores representaciones naturales de nuestro país aparecen siempre donde menos presencia tienen las personas, o si las tienen, si éstas se concentran en actividades muy encapsuladas, como es la minería leonesa. El Bierzo, zona de montaña de las sierras de León es uno de los mejores ejemplos. 

Cuando viajo suelo dedicarme a observar por donde paso, con la obsesiva manía de leer el nombre de los ríos que se cruzan en mi camino, convirtiéndose en un entretenimiento, más aun si, después se busca en planos para conocer su recorrido y te documentas sobre su historia y su curso.

Sorprendente el Sil, ya que empieza natural y verde, no cambiando en su curso ni un ápice de su verdor hasta su unión con el Miño, del que es hijo por ser afluente y padre ya que genera aun más caudal que él.

Había leído mucho acerca del Alto Sil, de sus pueblos y de sus castaños centenarios, sin poder imaginar la grandiosidad de sus paisajes llenos de vida y de los pueblos que de honor llevan su nombre. 

Puede ser, y seguro me equivoco, los tramos más bonitos y singulares de todos los ríos de España, ya que le acompañan cañones, puentes, construcciones romanas y escarpadas cárcavas, en un continuo ir y venir de rápidos y aguas mansas como bucles de fotografías.

Susañe del Sil, pueblo más alto que sus compañeros de viaje, Palacios del Sil y Páramo del Sil, es un pueblo muy bien cuidado, con antiguas construcciones de piedra y centrado sobre un magnífico castañar centenario, cuyas pequeñas fincas están cubiertas de estos seres por allá donde mires.

Famoso es por su tamaño el que llaman milenario, que de tanto le cuidan, cada vez que alguien se acerca, salen sus dueños para diagnosticar tus intenciones. Cuando son buenas te cuentan toda su historia, los récords de castañas recogidas en los años buenos y su ánimo y esfuerzo para que perdure en el tiempo, ya que "sigue dando cientos de castañas".

Lo cierto, que sin ser milenario, sus buenos cientos de años le guardan, así como a otros muchos de ellos, vistos y fotografiados que de tanta edad se le acercan.

Vida, sin duda vida, que da vida, así como respeto, esfuerzos y más vida por generaciones




viernes, 17 de enero de 2014

Castaño (Castanea sativa)Castaño "El Abuelo" El Tiemblo. Ávila



Castaño "El Abuelo" El Tiemblo. Castaño (Castanea sativa)ÁvilaExisten varios árboles en España muy añosos catalogados como "El Abuelo". Este castaño es uno de los más conocidos y quizás, el que más merezca el calificativo. Verle en directo, provoca sentir lo que es perder toda identidad, vigor y belleza. Solo existe ya la mitad de lo que debió ser un magnífico perímetro, siendo ya solo prácticamente corteza maltrecha y descompuesta. Pero, sin duda, no ha perdido ni un gramo de dignidad, ya que ha demostrado su inagotable esperanza y fortaleza durante toda su vida. Le rodean vástagos de diferentes edades, para recordar que la vida sigue dando vida, cuando la dejamos.

Si paralelizamos este equilibrio de vejez y dignidad con el ser humano, nos podremos dar cuenta de lo indigna que es nuestra sociedad, que aparta y hace de menos a aquellos que con gran experiencia y conocimientos, fueron los que lograron que disfrutemos de lo que ahora tenemos con su tesón, trabajo y esfuerzo. Sin embargo los apartamos y no les tomamos en cuenta a pesar de su gran experiencia. Deberíamos fijarnos en la sociedad japonesa, que aunque ahora lo está perdiendo, aún dignifica a sus mayores.
Espero que el ejemplo y la protección a este anciano del bosque sirva para replantearnos regresar a la dignificación de los que por ellos, somos lo que somos.

miércoles, 15 de enero de 2014

Álamos Negros, Chopos (Populus nigra) Rascafría. Madrid

Álamos Negros, Chopos (Populus nigra) Rascafría. Madrid

 Populus significa pueblo. Este es el árbol del pueblo por excelencia. Han sido plantados como ornamento en pueblos y ciudades por su alto impacto visual y la variedad de colores que engalanan la tierra.

Su arraigo a la tierra lo ejercen a través de sus tremendas raíces que le aferran fuertemente a la vida. Por eso crecen en las riberas de los ríos ya que entran en simbiosis con su entorno, pues necesitan abundante agua para vivir pero ceden su fuerza para sostener las tierras de las riberas impidiendo corrimientos y fuertes erosiones.

Cuando son vetustos son peligrosos para las edificaciones y su población  ya que las pudriciones de sus raíces son rápidas y pueden caer por efecto de vientos fuertes, alimentando una leyenda de accidentes que estadísticamente es, sin duda, menor de lo expresado.

Su efecto más lindo, es, sin lugar a dudas, en todas sus variedades, el aleteo de sus hojas en otoño, provocando un baile orquestado por las singulares sinfonías del viento. 

Fueron los impresionistas, y en mayor medida por el pintor que llevó esta tendencia pictórica, Claude Monet, con sus cuadros de naturaleza y campo, quienes llevaron a los álamos, más quizás, los blancos y temblones que los chopos, a su máxima expresión y aún hoy esos paisajes son visitados por miles de turistas, para observar a las musas de estos maestros del arte

Llevaba tiempo queriéndome parar, en el paseo colindante en Rascafría a la carretera de Cotos, a los maravillosos chopos que hace cientos de años engalanan esta población de la sierra madrileña. Dos son los fotografiados, pero existen cerca de la treintena de estos tamaños.

Grandes seres para un gran paseo

lunes, 13 de enero de 2014

Nogalón del Tío Eusebio. Nogal Común (Juglans regia) Espinoso de Compludo. León

Nogalón del Tío Eusebio. Nogal Común (Juglans regia) Espinoso de Compludo. León

 Después de observar estos seres, hoy abandonados a su suerte, debido a que estos pueblos fueron despoblándose de vecinos, lo que se me viene a la mente, es como hemos modificado nuestras valoraciones de las cosas. Hoy en día, sólo aquellos que apreciamos la naturaleza, sobre todo si tiene estos tamaños, podemos perder tiempo y dinero en ser parte de ellos, ya que cuando lo visitamos y fotografiamos nos llevamos parte de ellos en forma de recuerdos, energía y vida.

Pero antiguamente fue otra cosa. Hoy, aparecen en este paraje unas decenas de nogales, de lo que al parecer fueron unas fincas llenas de tan digno ser. Cómo se valorarían, que mucha gente vendió muchos ejemplares para comprarse casa en la capital. Hoy en dia, para mí valen mucho más, ya que el valor ecológico, que es el que perdurará, revaloriza dia a día su existencia. Fotografié muchos de ellos, apareciendo en las fotos, el más famoso y el más grande.
El nogal fue antaño muy apreciado por su madera y por la producción de nueces. Ambas propiedades sacaban en el primer caso de la miseria a las familias, y en el segundo, del hambre. Hoy las nueces que seguimos consumiendo siguen siendo un manjar, aunque ya no apreciamos su valor nutritivo. El valor de su madera, radica en su dureza, falta de porosidad y color de acabado al lijar y barnizar. De hecho todos llamamos color nogal a una variedad de tono muy característico.
Podemos valorar aún más especimenes muy grandes al saber que es uno de los árboles más delicados en sus primeros años de vida, recordándonos aquello de la alta mortandad infantil de otros tiempos. Cuando por fin se establece crece lento pero majestuoso.

Castaño anexo al Nogal






viernes, 10 de enero de 2014

Arce real (Acer Platanoides), San Felix de Arce. León

Arce real (Acer Platanoides), San Felix de Arce. León



Incluir un árbol que solo tiene 3 m de perímetro y 120 años, entre los seres que aparecen en este blog parece un poco absurdo, ya que existen miles, en las ciudades, de tamaños similares, pero este es especial por tres cosas.
La primera es que no es verdad que no sea un ejemplar increíble si tomamos los tamaños que consigue normalmente esta especie. Es prácticamente el doble de cualquier arce real grande que podamos encontrar.
La segunda es que es el único árbol que me ha encontrado a mí, ya que aunque lo conocía, no lo buscaba, ni buscaba nada el día que lo encontré.
Y la tercera y la más importante es que es un árbol de los llamados sagrados. Cuenta la leyenda, que aquel que lo toca con la mano derecha mirando a las montañas bercianas, y pide un importante deseo, siempre le es concedido. 
Y cuenta esta leyenda que siempre ha cumplido con su trabajo. 
Evidentemente ante este gran privilegio y a la vez reto, estuve varios minutos, siempre con la cabeza hacia las montañas nevadas, pensando que era lo mejor que podía pedir.
Primero pensé poder tener mucho dinero para poder ser libre de trabajos y esfuerzos. Después, tener para los míos gran salud y bienestar. Más tarde, terminé pensando en visitar mil sitios y tener mil experiencias nuevas. Pero me paré a pensar y reflexioné que tenía una vida plena y tranquila si valoraba lo importante que poseía y disfrutaba. Sin pensarlo dos veces, pedí a voces, mantener y disfrutar lo que tengo, ya que ya soy millonario en dinero si disfruto lo poco que tengo. Soy fuerte y sano, si procuro cuidar lo que hago, y cuando viajo, como lo hago con mi esfuerzo diario, lo valoro y disfruto como si fuese lo último que fuese a conocer.
Por tanto, el arce me concedió lo que más anhelaba. Simplemente lo que tengo.