jueves, 21 de noviembre de 2013

Pino piñonero Monte del Pilar

 Pino Piñonero Monte del Pilar (Majadahonda, Madrid)



Somos privilegiados. Tenemos un pinar cerca. Aunque le llamemos pinar realmente es un bosque mediterráneo, ya que tiene las especies más típicas de este ecosistema, pinos piñoneros, encinas, alcornoques, jaras pringosas, romero, etc.

Y digo bien lo del privilegio, ya que hoy en día disponer de más de 200 hectáreas naturales en medio de la zona más explotada de urbanizaciones de Madrid es un autentico lujo. Podríamos pedir menos interacción en este espacio por parte de los responsables del mantenimiento ya que aran los terrenos para evitar incendios, lo que provoca envejecimiento de la especies y empeoramiento de los suelos. Los senderos se encuentran muy apelmazados por el paso de mucha gente corriendo, paseando o en bicicleta (a lo cual me sumo en muchas ocasiones), pero pensando que también se debe disfrutar considero que no ha sido muy castigado.

Tener cerca un pinar esta muy bien, pero tener una zona de ese pinar con individuos de más de cien años mejora mucho el entorno. La pena es que, como el individuo de la foto, existen muchos que han sido podados de modo muy poco profesional, como tantas y tantas veces, ya que se debe pensar que los árboles lo aguantan todo. En vez de planificar las podas en la juventud del árbol para hacer un ejemplar maravillo, se podan grandes ramas sin criterio. Supongo que no sabrán las consecuencias de estos actos. Los insectos y hongos encuentran un camino muy sencillo hacia la savia elaborada de estos troncos y empiezan a comerse literalmente al ejemplar, estando este impedido de defenderse al no poder cubrir tal herida. Comprobado está, que efectos como los efectuados al ejemplar de la foto, le significan una esperanza de vida solo del 50% de la que tendría de no haberlo hecho.

Ejemplos de esto, se encuentran a lo largo de muchos jardines de nuestros municipios, donde a grandes árboles se les tala, más que podarse. Cuando mueren, nadie los ve, suplantándose en solo algunas ocasiones por nuevos individuos flacos y pequeñitos

El jardinero habitual no es un profesional de las plantas y árboles como debería ser, sino un mero operario que podría hacer esto como cualquier otra actividad de la construcción o los servicios.

Esperemos que la formación se imponga en todas circunstancias de nuestras vidas.

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