viernes, 10 de enero de 2014

Arce real (Acer Platanoides), San Felix de Arce. León

Arce real (Acer Platanoides), San Felix de Arce. León



Incluir un árbol que solo tiene 3 m de perímetro y 120 años, entre los seres que aparecen en este blog parece un poco absurdo, ya que existen miles, en las ciudades, de tamaños similares, pero este es especial por tres cosas.
La primera es que no es verdad que no sea un ejemplar increíble si tomamos los tamaños que consigue normalmente esta especie. Es prácticamente el doble de cualquier arce real grande que podamos encontrar.
La segunda es que es el único árbol que me ha encontrado a mí, ya que aunque lo conocía, no lo buscaba, ni buscaba nada el día que lo encontré.
Y la tercera y la más importante es que es un árbol de los llamados sagrados. Cuenta la leyenda, que aquel que lo toca con la mano derecha mirando a las montañas bercianas, y pide un importante deseo, siempre le es concedido. 
Y cuenta esta leyenda que siempre ha cumplido con su trabajo. 
Evidentemente ante este gran privilegio y a la vez reto, estuve varios minutos, siempre con la cabeza hacia las montañas nevadas, pensando que era lo mejor que podía pedir.
Primero pensé poder tener mucho dinero para poder ser libre de trabajos y esfuerzos. Después, tener para los míos gran salud y bienestar. Más tarde, terminé pensando en visitar mil sitios y tener mil experiencias nuevas. Pero me paré a pensar y reflexioné que tenía una vida plena y tranquila si valoraba lo importante que poseía y disfrutaba. Sin pensarlo dos veces, pedí a voces, mantener y disfrutar lo que tengo, ya que ya soy millonario en dinero si disfruto lo poco que tengo. Soy fuerte y sano, si procuro cuidar lo que hago, y cuando viajo, como lo hago con mi esfuerzo diario, lo valoro y disfruto como si fuese lo último que fuese a conocer.
Por tanto, el arce me concedió lo que más anhelaba. Simplemente lo que tengo.

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